Sentido del otro

Qué curioso es el mundo de los procesos sensoriales. Siempre me fascinó el mundo de los cinco sentidos aplicado a las razas, los sexos, la edad. Desde el recién nacido, con sus sentidos a estrenar, potenciando el sentido del tacto en las primeras horas. Hasta el viejito que toma el sol en el parque con sus colegas de banco, con los que no habla básicamente nada por el esfuerzo sobrenatural que supone que le escuche medianamente bien cualquiera de ellos. También tiene fecha de caducidad. Supongo que los procesos sensoriales en cuanto a género son mucho más complejos de estudiar, aunque apuesto firmemente, y hablando en términos generales, que las mujeres los tienen mucho más desarrollados que los hombres. Lo sabes pero no puedes explicarlo: Buscar ejemplos para ello me parece estúpido, no quiero crear debate ni hacer una tesis sobre ello. Simplemente lo pienso. Y hasta diría que sólo ellas tienen desarrollado un sexto sentido. Quizás sólo se trate de una estrategia del uso de los otros cinco, uniéndolos sólo en uno. ¿El buen gusto? ¿La delicadeza? ¿La sospecha? Sabes perfectamente que lo hice, que lo repetí, que lo oculté y disfruté de ello. Sabes el color de su cabello y hasta el perfume que usa porque lo has olido en mi ropa. Y hasta su restaurante favorito donde sirven el mejor vino Bordeaux de la ciudad. Permite decirte que, aunque hayas desarrollado tu sexto sentido, me reserve el placer de su risa, de su sabor y su fascinante tacto...

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