Putas ganas de seguir el show

Está demostrado empíricamente: hay gente que siempre vuelve cuando ya no la quieres en tu vida. Regeneración espontánea. Son como duendes malvados e invisibles que esperan su momento, movidos por el afán de tocar las narices al personal. Esta mañana ha sido Julia en el supermercado, sección de los congelados. Me sonrió con su cara de Joker. Julia fue un error pasajero. Y ella lo sabía, por eso estaba allí. La gente que reaparece adora hacer daño cuando más duele. Se quitó las gafas de sol y me estudió de arriba abajo. En mi cesta sólo había un cartón de cigarrillos, una botella de licor y otra de salfumán. Debía de tener un aspecto lamentable: llevaba el pelo revuelto, las marcas de la almohada dibujadas en la cara y la camiseta de publicidad del Bar Ramón. Me ha dado dos besos y me ha preguntado qué tal estaba, como si no lo supiese. He intentado ser simpático y creo que lo he conseguido. Quise que no se notase que estaba incómodo y que quería derribarla como a un jugador de rugby para huir lo más rápido de allí. Señorita Gladys, limpie los vómitos del pasillo de los congelados. Por favor. Lo malo de la gente que reaparece es que sólo ellos deciden cuándo vuelven a irse. Me acompañó a la caja y pensé en sexo al admirar su nuca descubierta. Seguía usando ese perfume barato que me ponía enfermo cuando estuvimos juntos. Hay días que me gustaría ser viejo y no pensar cada tres segundos en follar. Gasto demasiadas fuerzas físicas y mentales en lo mismo. Así que allí estaba, hablando con Julia como dos personas civilizadas y valorando si la invitaba a subir al apartamento. Por aquello de los viejos tiempos, evidentemente. Al final volví solo a casa cargando la bolsa de la compra. El espectáculo me estaba dando arcadas. Encendí un cigarrillo y pensé en las mujeres de mi vida, que son menos que pasillos tiene el supermercado. Me jode que vuelva la gente que ya no quieres. Sal fina en la herida. Pero ya lo he dicho, siempre están ahí. Una tras otra. No es tan fácil como borrar su número de la agenda de tu móvil, cambiar de grupo de amigos o de ciudad. Julia y su entrepierna de atracción masiva. Estuve enamorado de su cama, me costó olvidarla. A Julia no.

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