Que las letras se mezclasen creando formas caprichosas sobre las hojas de los apuntes no resultó extraño al estudiante; más tarde apareció el aura en technicolor, esa luz coloreada que antecede a la migraña. Ejecutó entonces los pasos del ritual repetido una y otra vez a lo largo de su vida: se cambió de ropa para acercarse a las urgencias del centro más cercano, tuvo las náuseas acostumbradas ya en la calle y la cabeza empezó a hacer piruetas como una patinadora rusa sobre hielo. En la entrada de urgencias le esperaría el impreso de consentimiento informado y allí estaba. Lo firmó y una enfermera dominicana de culo flanero le acompañó al pabellón de urgencias a pesar de saberse el trayecto de memoria. Pidió el cóctel habitual de medicamentos al hombre de bata que supuso que sería el médico. Le inyectaron las drogas químicas en una vía del brazo derecho y observó maravillado el trayecto de las gotas a través del tubo transparente, consiguiendo salvar el peaje formado por un mecanismo de llaves de plástico y por fin entrar al torrente sanguíneo. La enfermera dominicana le dijo que intentase dormir y así lo hizo. Al poco tiempo llegó una mujer tapándose el rostro con las manos que ocupó la segunda camilla de la sala de urgencias, la enfermera pasó una cortinilla verde de separación y volvió a aparecer el hombre de la bata con el mismo gesto preocupado de antes. El estudiante hizo volar su imaginación y pensó que la paciente era una detective privada que realizaba felaciones a sus fuentes a cambio de información valiosa para cada caso. La realidad fue mucho más simple: la mujer es alérgica al chorizo y aun sabiendo que una rodaja produciría la reacción, le dio un antojo propio de embarazo y terminó con las existencias del embutido ibérico que guardaba en la nevera para los bocadillos de los críos. El estudiante sonrió con los ojos cerrados y reflexionó sobre las contradicciones de la vida, en el dolor y el placer y en todo lo demás. Horas después la cabeza dejó de darle vueltas y salió del hospital leyendo los resultados del análisis de sangre. Tengo algo bajo el potasio, pensó.
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I’ll fall for you soon enough.
I resolve to love.
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