graci-as

La culpa es de las clases de matemáticas de la escuela. Te pasabas la hora mirando el reloj situado sobre la pizarra y deseabas que el segundero avanzase más rápido hasta que llegase la hora del recreo, el bocadillo de chorizo, el partido de fútbol con una pelota de tenis y dos jerséis a modo de postes. Luego todo se aceleró: vinieron las primeras parejas en clase, las tardes en los recreativos, la primera película porno en casa de A., los vodka-naranja de los bares laguneros, y aún más rápido el vuelo de las siete y cuarto a Madrid, una habitación individual de colegio mayor, enamorarse y coger miles de trenes para reunirse con ella, sacar una carrera universitaria donde cinco años parecen cien metros lisos… Y un día tu cabeza gira más rápido que las manecillas de aquel reloj de la escuela y no eres tan mayor como creías para controlarlo todo. Me perdí y no sé cómo. Estos últimos días mis padres han venido a visitarme y la cabeza va por fin sincronizada con el reloj, he vuelto a disfrutar de la tranquilidad que me aporta mamá cogiéndome de la mano o escuchar a papá sus historias de pescadores que les quitan los ojos al pescado para después bañarlos en sal y chuparlos como si fuesen caramelos. He vuelto a disfrutar paseando sin importarme mujeres, estudios, planes de un futuro improbable… He vuelto, en definitiva.

Bookmark the permalink . RSS feed for this post.

One Response to graci-as

Rafus dijo...

Me alegro que estés de vuelta y sigas escribiendo.

Todos los derechos reservados. Con la tecnología de Blogger.

Search