Estrella fugaz

En el interior de esta gran bola de cristal se observa una playa con forma de media luna. Hay una hoguera encendida y varios jóvenes bailan alrededor de ella como si fuesen indios apaches. Unos metros a la izquierda, una pareja está tumbada sobre la arena amarilla. Otro joven está sentado sobre una piedra tocando la guitarra, así que debe ser el líder de la tribu. Horas antes todos han aplaudido la desaparición del sol bajo el horizonte y de noche el mar parece una lámina de papel de aluminio. La pareja se abraza, es la última noche de este amor de verano. Ella se desabrocha la parte superior del biquini y sonríe a la vez que pone la mano de él sobre su pecho descubierto. Es entonces cuando un movimiento divino agita esta bola de cristal y una estrella fugaz cruza el cielo. Ella pide con los ojos cerrados que él no regrese a la Gran Ciudad mañana; él no desea nada, no cree en estrellas fugaces. Pocos instantes después, la luz desvanece. Vuelve a agitarse esta bola de cristal durante horas hasta que se hace de día. Las televisiones ofrecen imágenes recogidas del transbordador espacial desintegrándose en su descenso nocturno, una gran bola de fuego, una estrella fugaz sin deseos.

Bookmark the permalink . RSS feed for this post.
Todos los derechos reservados. Con la tecnología de Blogger.

Search