You don´t love me (you don´t care)

Que sí, que vale. Que soy demasiado joven para ir dando clases magistrales sobre el verdadero amor. Que sólo me he enamorado una vez y no fue de ti. Que tienes razón. Que no quise estar contigo. Pero lo curioso de todo esto es que no tuve que rechazarte porque ni siquiera lo intentaste. Esperaste en tu torre de marfil a que alguien te salvase de tu vida mediocre y tediosa. Y parece que no te hartas de esperar. Eres de ese tipo de chicas que no saben enamorarse, sino que necesitan desesperadamente sentirse amadas y ser el centro de la vida del otro. Por eso lo nuestro es imposible y ya está. No soy tu príncipe azul ni tu satélite anillado. Te quitaría de mi lista si no tuviese esta malsana necesidad de saber la vida de todas las personas que conozco. Bum. Apretaría el botón rojo y saldrías volando por los aires. Mi atolón del Mururoa. Y tú no te vas porque no tienes nadie más que escuche tus lloros y fracasos diarios. ¿Y ahora qué hacemos? No podemos volver a ser amigos, eso quedó muchos capítulos atrás. Y ambos estamos hartos de reprocharnos lo poco que hicimos por lo nuestro. Hay que pasar página. Podríamos seguir acostándonos, que es lo mejor que hemos hecho. Pero me dirás que no, que te utilizo, que sólo te quiero para sexo. Y es verdad. Ni que fuese algo malo, joder. Deberías sentirte halagada.

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